03 octubre 2006

Las Oscuras Costas de Sirenia

Sirenian Shores


Existen grupos que pasan desapercibidos para ciertos oidos, más bien delicados, ya que con la fuerza bruta que imponen a su música bloquean ciertos neuroreceptores de la zona media del oido interno. Esto es, naturalmente, bluf, pero la cosa es que a veces pasa. En alguna ocasión escuché temas de Sirenia, no pareciéndome para nada mal, pero esperando que terminen luego. Demasiada intervención gutural para mis finos oidos, que anhelaban escuchar más bien esas poderosas guitarras acompañadas de una voz más sensual y suave. Lo que, por cierto, ocurre en un 30% de su música, ya que tienen dos vocalistas, una suave musa de mágica voz y un orco medio zombie encerrado en una cueva oscura (estoy exagerando, por si acaso; ambos son humanos nórdicos bastante normales, llamados Henriette Bordvik y Monten Veland -ex Tristania-). Pero la cosa es que, a diferencia de grupos ya famosos del tipo Lacuna Coil o Leaves Eyes, es el ogro gigante canibal el que predomina, y los tintes sensuales aparecen muy a lo lejos. Pero les traigo una receta que les abrirá las compuertas sensibles de los oidos para poder disfrutar de esta gran banda.
Esa receta es este disco, "Sirenian Shores", que más que un disco es un mini-disco que contiene 5 canciones, dos de la cuales son versiones de temas aparecidos en discos anteriores. Pero la principal cualidad de este disquito es que todos los temas están hechos de tal manera que son absolutamente escuchables, y todos absolutamente increíbles. Pasando por un mostrario de estilos que van desde el metal sinfónico con toques góticos y heroicos, hasta versiones más electrónicas, con bases programadas, los temas que aquí aparecen se van haciendo necesrios para vivir. Te mandan escucharlos una y otra vez, disfrutarlos, aprenderlos, cantarlos, tocarlos con la guitarra invisible y la batería invisible...
El gancho es el primero, que muestra a Sirenia en todo su esplendor. Las dos versiones te dejan preocupado de encontrar las originales y así conocer los dos discos anteriores de estos noruegos, y las otras dos exploran direcciones tremendamente novedosas, poniendo tu cabeza a esperar la genialidad prometida en su próxima placa. Sólo es de esperar que el cambio de vocalista femenina no afecte su producción, ya que entró Monika Pedersen en reemplazo de Henriette Bordvik . Ojalá no falte mucho (este disco es lo último de ellos y es del 2004), me comen las ansias por saber hacia dónde se dirige la música, y ellos parecen saberlo bien.